Friday, November 4, 2016

Vietnam promueve turismo en Argentina

La embajada vietnamita en Argentina en coordinación con la compañía Equilibrium Global organizó en la ciudad La Plata una actividad de promoción del turismo del país indochino en el cono sur. 


El Lago de Hoan Kiem en Hanoi

Al intervenir en la cita, Claudio Aguilar, vicepresidente de la Federación Empresarial Hotelera, Gastronómica y Pastelera de Argentina, expresó que durante los últimos tiempos Vietnam es uno de los destinos preferidos de turistas argentinos por su diversidad cultural, al igual que por sus pintorescos paisajes. 

Por su parte, el cónsul de la embajada vietnamita, Nguyen Van Chung, habló sobre la historia, la cultura y los polos turísticos del país indochino, varios de ellos reconocidos por la UNESCO como patrimonio de la humanidad. 

Aseguró que existe gran potencial para intensificar la colaboración en el sector cultural y turístico entre ambas naciones, tras informar que en 2015, Vietnam recibió casi 15 mil turistas argentinos. 

Los numerosos empresarios argentinos presentes en la actividad degustaron en esta ocasión el típico plato vietnamita Nem. 

Anteriormente, una actividad de intercambio cultural entre Vietnam y Argentina también se celebró en la Universidad Siglo 21, en la ciudad Córdoba, con la presencia de más de un centenar de estudiantes.

Fuenta: VNA

Sunday, October 23, 2016

10 Experiencias imprescindibles si vas de viajes a vietnam

Dinámico, exótico, sorprendente, adictivo, los adjetivos se acumulan para definir Vietnam, uno de los destinos turísticos más atractivos del planeta en los últimos años. Se trata de un país tan variado como alargado y estrecho por lo que, la mayoría de viajeros, dependiendo de donde vengan, deciden recorrerlo de norte (Hanoi) a sur (Ho Chi Minh City) o al revés. En nuestro caso proponemos diez experiencias imprescindibles recorriendo el país de arriba a abajo.
Sapa - Vietnam
1. Hacer la ruta de comida callejera en Hanoi
Allí donde fueres haz lo que vieres. Muchos viajeros son algo reticentes al principio ante la comida callejera pero en Asia es algo habitual y una experiencia indispensable que en Vietnam puede llegar a ser exquisita. Cuando visitar Hanoi no os quedéis sólo con las estampas del Templo de la literatura o la peregrinación obligada al mausoleo de Ho Chi Minh. De ninguna forma debéis pasar la street food por alto, especialmente mientras callejeáis por el centro histórico donde cada puesto se especializa en un plato. Allí encontraréis algunas de las especialidades vietnamitas preparadas aún mejor que en cualquier restaurante.
Street Food en Hanoi, Viajes VietnamStreet Food en Hanoi: elimina prejuicios y disfruta
2. Hacer trekking y conocer a los Hmong en Sapa
Si bien Sapa se encuentra al norte de Hanoi, lo normal es visitarla tras conocerla. A cincuenta kilómetros de la frontera con China y enclavada entre las montañas más altas del país, Sapa se presenta como el Vietnam más autóctono (aunque cada vez es más turístico). La ciudad no es especialmente vistosa pero su halo misterioso, al estar casi siempre envuelta en la niebla y rodeada de colinas verdes, la dotan de un encanto especial. Los paisajes de los alrededores son impactantes y se pueden conocer haciendo senderismo o en moto. Además podréis tener contacto con los Hmong, un pueblo tan simpático como persistente. Para llegar a Sapa desde Hanoi podéis ir directamente en autobús o en un romántico tren con parada en Lao Cai, desde donde un microbús os hará descubrir los cautivadores paisajes de la región hasta llegar a nuestro destino.
Pueblo Hmong de SapaPueblo Hmong de Sapa
3. Visitar la bahía de Halong desde Cat Ba island
Halong Bay es uno de los must no sólo de Vietnam sino de todo el Sudeste Asiático. Las miles de islas de piedra caliza, formadas por la erosión a través de los siglos, conforman una postal que, no por ya vista en documentales y fotografías, debe dejar de contemplarse con los propios ojos. Existen varias opciones para visitar la bahía pero saliendo desde la isla de Cat Ba podréis acceder a áreas menos masificadas como la bahía de Lan Ha y además su parque nacional constituye un destino en sí mismo. Las excursiones en la bahía de Halong pueden ser de uno, dos, o tres días y en ellas es recomendable coger un kayak, practicar esnórquel y bañarse en sus calas.
Bahía de Halong desde la isla Cat BaBahía de Halong desde la isla Cat Ba
4. Remar con los pies entre las montañas de caliza de Tam Coc
A poco más de 90 kilómetros al sur de Hanoi se encuentra Ninh Binh, la puerta de entrada a los maravillosos escenarios que surca el río Ngo Dong. Mucho menos conocido aún que Halong pero con un turismo creciente, los paisajes de Tam Coc son un complemento ideal para la Bahía de Halong y, de hecho, la sucesión de rocas que rodean sus aguas son conocidas como el Halong de tierra adentro. Lo curioso es que mientras surcamos el río podéis remar con los pies en las barcas diseñadas a tal efecto para echar una mano, o en este caso un pie, a las sufridas vietnamitas que así se ganan la vida.
Montañas calizas de Tam CocMontañas calizas de Tam Coc
5. Visitar las cuevas del parque nacional de Phong Nha-Ke Bang
Más al sur de Ninh Binh se sitúa un parque nacional que la Unesco ha catalogado como Patrimonio de la Humanidad por merecidas razones. Entre bosques tropicales y picos vertiginosos, el parque de Phong Nha-Ke Bang alberga un auténtico paraíso para los amantes de la espeleología con algunas de las cuevas más espectaculares del mundo. Se trata de auténticas catedrales subterráneas que deslumbran por las formas, colores y longitud de sus estalacticas. Mientras Phong Nha Cave es visitable en barco, Paradise cave lo es a pie y está considerada la cueva seca más larga del mundo mientras Hang Son Doong es la más grande del mundo aunque las visitas privadas para recorrerla encarecen considerablemente la visita.
Cuevas del parque de Phong Nha-Ke Bang
6. Pasear e ir de compras en Hoi An
Hoi An es la Venecia de Vietnam, una ciudad encantadora en la que relajarse un par de días. Antigua ciudad portuaria hoy surcada por el río Thu Bon y Patrimonio de la Humanidad, no le falta de nada. La arquitectura de la ciudad vieja mezcla templos chinos con puentes japoneses y construcciones vietnamitas que han respetado el estilo para mantener la armonía. Entre ellos presenta una gran oferta culinaria a través de estilosos restaurantes y tiendas de artesanía donde las compras son casi obligatorias y hacerse un traje a medida una decisión muy habitual. Además de sus numerosos encantos, Hoi An tiene a un paso playas a las que podremos llegar tranquilamente en bicicleta.
Viajes Hoi An Río Thu Bon en Hoi An
7. Perderte en motocicleta
En Vietnam el transporte mayoritario es la motocicleta y es habitual ver a familias de tres o cuatro miembros cabalgando una scooter para llevar a los niños al colegio. Si bien en las grandes ciudades conducir en moto puede ser estresante al principio, en determinadas zonas rurales o de montaña es un auténtico placer y te permite una libertad de movimiento que de ninguna forma tendrás en una excursión contratada. Si no os atrevéis, siempre podéis contratar un conductor e ir de paquete. Un destino perfecto para hacerlo son las Marble Mountains y las ruinas que podéis encontrar al sur de Hoi-An ya que en esta zona hay buenas carreteras y no demasiado tráfico.
8. Disfrutar del paisaje de montaña de Dalat
El café vietnamita es uno de los más afamados del mundo y la región de Dalat, en las highlands vietnamitas, es una de sus cunas, así como la zona donde más arraigado está el cristianismo en un país de clara mayoría budista. Conocer sus paisajes y viñedos entre el olor de sus cafetales es una experiencia para los sentidos y puede completarse visitando varios lagos, cascadas y fábricas de seda que se encuentran en los alrededores. Eso sí, hay que ir bien abrigado porque por las noches refresca. Dalat es también el punto de partida para emprender una excursión Easy Rider en moto a través de alguna de las agencias locales que ofrecen rutas pilotadas de un par de días hasta Mui Ne o Nha Trang.
9. Hacer kitesurf y relajarte en las playas de Mui Ne
Mui Ne es un enclave surfero ruso en Vietnam. Así de primeras puede sonar raro pero es que la herencia de las relaciones entre la antigua URSS y los países de su órbita hacen que la presencia rusa en comercios, restaurantes y turismo sea aún importante en la costa de Vietnam. Lejos del turisteo de sol y juerga de la saturada Nha Trang, Mui Ne ofrece un oasis de calma para aquellos que quieran probar el kitesurf, hacer una ruta en buggie entre dunas o simplemente relajarse en sus magníficas playas.
Vacaciones Mui NePlaya de Mui Ne
10. Navegar el delta del Mekong
Si bien Ho Chi Minh City, la antigua Saigón, puede ser decepcionante y algo estresante, es el punto de partida de la mayoría de las excursiones que surcan el delta del Mekong y que nos permiten atravesar este río milenario y visitar sus mercados acuáticos durante uno, dos o tres días. Se trata de una experiencia que nos permitirá conocer un modo de vida al que no estamos acostumbrados en Occidente y que hace del agua el elemento vehicular de la existencia de muchos vietnamitas.
Viajes Mekong DeltaMekong Delta
Estas son sólo diez experiencias que tendréis a vuestro alcance en Vietnam pero las opciones son muchas más. Esperamos conocer vuestras experiencias tras conocer un país que nunca podréis olvidar.
Fuenta: traveler.es
Ver tour: viajeindochina.com 

Tuesday, September 6, 2016

Lecciones sobre Indochina que te animarán a hacer la maleta

Cada vez está más de moda ir a Tailandia y, de paso, visitar Camboya y/o Laos. ¿Y por qué no hacer un ‘Good Morning Vietnam’? Por supuesto. Indochina tiene una magia especial que llama a muchos viajeros y les invita a realizar una escapada más larga de lo habitual. Pero, ¿qué podemos aprender de este destino tan polivalente? Os apuntamos algunas de las cosas que más nos sorprenden, nos hacen reflexionar y nos enamoran de la península asiática.

Kok Phi Phi, Tailandia
Phi Phi, Tailandia

1. Todo se consigue más rápido con una sonrisa. Esta es una de las claves para entender países como Tailandia. No conseguirás nada subiendo la voz, y mucho menos enfadándote con ellos. Pero si les sonríes y les pides las cosas con cortesía te abrirán hasta las puertas de sus casas. Vale la pena intentarlo.

2. Hay un lema básico para comprar. Y no es otro que el ‘Same, same, but different’ (‘igual, igual, pero distinto’), que hace referencia a las copias de todo tipo de objetos, desde cuadros de Andy Warhol hasta zapatos de alta gama. ¿Pensabais que los chinos eran los maestros de las copias? Pues visitad calles como Khao San Road de Bangkok.

3. Es hora de afrontar prejuicios, sobretodo culinarios. Nos referimos a esos animales que muchos nutricionistas prevén que se convertirán en la comida de futuro: los insectos. Un kilo suele costar 60 céntimos y, aunque nos de mucho reparo, son nutritivos, crujientes y sabrosos. Es hora de zarandear nuestras papilas.

Bangkok Comida
Bangkok La mejor comida

4. Los monjes hacen la mili. Bueno, más o menos. Porque en estos países es tradición convertirse, durante tres a doce meses, en monje budista. Aunque no es obligatorio, la creencia Theravada dice que quiénes lo hacen dan la oportunidad a sus padres de reencarnarse en una vida mejor. ¿El resultado? Decenas de monjes paseando por la calle.

5. Nunca digas Saigón. Los vietnamitas sólo se refieren a la ciudad con el nombre actual de Ho Chi Min City,en honor al líder de la revolución comunista. Fueron los franceses los que pusieron el nombre de Saigón en 1862, y también a la zona que rodea la metrópolis: la no tan lejana Conchinchina.

6. El ingenio bélico no tiene límites. Y es que derrotar a una superpotencia como Estados Unidos tiene bastante mérito. La Guerra de Estados Unidos (que es como se conoce aquí a “La Guerra de Vietnam”) activó la creatividad de los soldados vietnamitas. Los diminutos túneles de Cu Chi, a una hora de Ho Chi Min City, recorren más de 200 km de escondite subterráneo e incluyen diversas trampas mortales.

Los diminutos túneles de Cu Chi

7. El Mekong es metafísico. Las abruptas montañas de Laos hacen muy difícil cruzar la frontera entre este país y Tailandia, por lo que muchos turistas prefieren pasar un par de días sobre un barco de madera –durmiendo, eso sí, en tierra firme- hasta llegar a su destino. Viajar sobre el río Mekong es algo inolvidable: sin cambios, sin movimientos, sin velocidad. El lugar ideal para platearnos qué queremos hacer en la vida.

8. Y cruzar la calle todavía más. Me lo decía un chico vietnamita sobre Hanoi, la ciudad con más motoristas del mundo: “cruzar la calle es una metáfora de la vida. Tienes que dar un primer paso, mantenerte firme en la decisión y seguir avanzando. No puedes retroceder, ni pararte en seco, porque te atropellarán. Tampoco puedes esperar a que los motoristas paren por ti. Tienes que mirar al frente, y avanzar”.

9. El caos puede echarse de menos. Nadie en su sano juicio puede defender el tráfico de capitales comoHanoi, Bankok y Nom Pen. El calor acostumbra a ser asfixiante, las motos no siguen ningún tipo de indicación y no hay ni orden ni sentido en la ciudad. Estresante, sí. Pero cuando volvemos a nuestra calma circulatoria no podemos evitar echar un poco de menos ese simpático caos.

 Existen muchas modalidades para navegar por el Mekong

10. Eres un dólar con piernas. Para los autóctonos no hay diferencia entre australianos y europeos que van a buscar fiesta, mujeres jóvenes o inspiración espiritual. El turismo en Indochina no deja muy buen sabor, y sólo hace falta ver los centros occidentales repletos de bares con fútbol y Los Simpson, camisetas de Padre de Familia o el river tubing, un deporte completamente absurdo practicado en Vang Vieng, en Laos.

11. El trabajo es lo primero. Y es que la mayoría de gente trabaja todo el día, desde la mañana hasta altas horas de la noche. Es por eso que siempre, siempre hay gente en la calle, vendiendo, comprando o intercambiando productos y servicios.

12. Los conductores de tuk tuk mienten. Jamás te puedes fiar de un conductor que te proponga un viaje baratísimo, porque en realidad te va obligar a parar en diversas tiendas para llevarse una comisión. No lo tomes a mal, simplemente hazle saber que conoces las reglas del juego. Y diviértete observando los sonidos que tienen para llamar a los turistas: ¡pshh, hey, aaa!

 Tuk-tuk budista en Camboya 

13. Eres mucho más tacaño de lo que pensabas. De pronto, pagar un euro por un café o cinco dólares por una cena te parece algo disparatado. No quieres que te tomen el pelo, pero quizá estás exagerando un poco. Aunque Indochina puede sacar todo lo metafísico que hay en ti, también puede hacer aflorar tu yo más tacaño.

14. Las pelotas de ping pong existen. Y se usan para cosas que nuestras madres nunca podrían soportar. Si vas al centro de Bangkok y te encuentras a un señor haciendo un sonido con la boca, como de una pelota saliendo de un agujero, es que te están invitando a visitar el barrio rojo. Ya sabéis, para ver aquello que hacía Winona Ryder en la película de South Park.

15. Angkor no se puede ver en un día. Ni posiblemente en una vida. El imprescindible conjunto de templos del siglo IX se expande sobre 400 kilómetros cuadrados de jungla camboyana. Casi nada. El símbolo por excelencia es la ‘Ciudad del Templo’ o Angkor Wat, pero éste es sólo el inicio de la aventura.

Angkor wat - camboyaLas ruinas del templo de Angkor Wat, Camboya

16. La Full Moon Party es la fiesta de referencia. Se celebra una vez al mes en la playa de Haad Rin, en la isla tailandesa de Ko Pha Ngan. Empezó con 20 turistas con ganas de bailar bajo la luna en 1985, y ahora reúne a miles de ellos, que se pintan con colores fluorescentes y acaban completamente embriagados. Una auténtica imposición fiestera.

17. Los genocidios no interesan a los medios de comunicación. Y esa es una de las razones por la que, durante años, no se publicó nada sobre la situación camboyana. Pol Pot, estudiante de la Sorbona de París y líder de los Jemeres Rojos, volvió a su país natal para instaurar un durísimo régimen que aniquiló a una cuarta parte de la población, incluidos urbanitas, intelectuales, políglotas y gente con gafas. Y hablamos de 1975. 

Fuenta: traveler.es

Friday, August 26, 2016

13 razones para visitar vietnam

¿POR QUÉ VISITAR VIETNAM?

Las razones para visitar Vietnam son tan diversas como su paisaje, sus gentes y los pueblos que lo poblaron e influenciaron. Pero allá van trece para animarse a visitar esta joyita del Sudeste Asiático.

01. DIVERSIDAD DE PAISAJES.

Sapa en Vietnam
Campo colgante Sapa, Vietnam
Su forma estrecha y alargada ofrece un compendio de geografía: montañas, llanuras sembradas de arrozales, metrópolis, frondosas selvas y manglares, cataratas, grandes ríos, portentosos deltas, archipiélagos con islotes de formas insólitas, largas playas arenosas… un paisaje tan ameno como variado.

02. ECOTURISMO.

rutas en bicicleta por Vietnam
Rutas en bicicleta, Ninh Binh
Gracias a sus 31 parques nacionales, 6 reservas de la Biosfera y las docenas de áreas protegidas tanto terrestres como marinas, en Vietnam encontrarás una amplia oferta de turismo activo en entornos naturales fantásticamente preservados: rutas en bicicleta, trekking, rafting, birdwatching…

03. RIQUEZA ÉTNICA.

viajar a vietnam
53 grupos étnicos diferentes
Sus 90 millones de habitantes pertenecen a 53 grupos étnicos diferentes, que conservan fielmente usos, oficios, ritos y costumbres tradicionales que resultarán siempre interesantes para el viajero sagaz.


04. PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO ÚNICO.

El casco histórico de Hoi An
El casco histórico de Hoi An
Cinco joyas, todas Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, destacan en el país: la Ciudad imperial de Thang Long en Hanoi, el Palacio Imperial y las tumbas reales de Hue, el casco histórico de Hoi An, los templos de My Son y la Ciudadela de la Dinastia Ho.


05. EL PUEBLO VIETNAMITA.

Viajar a Vietnam
La sonrisa habitual de los habitantes del Sudeste asiático
Tómense algunas de las virtudes propias del confucionismo (bondad, tolerancia, vocación de servicio al prójimo, respeto por los mayores y los antepasados), la ética del budismo y algunos valores de la educación comunista; súmenle la elegancia natural de sus gentes y decórenlo con la sonrisa habitual de los habitantes del Sudeste asiático: ya tienen el retrato del pueblo vietnamita.

06. EL MILAGRO GEOLÓGICO DE HALONG BAY.

Viajes a Vietnam, Bahia de halong
El milagro geológico de Halong Bay
Esta bahía de más de 100 kilómetros acoge casi dos mil islas e islotes de relieve caprichoso, exuberante naturaleza, aguas verde esmeralda, prodigiosos fenómenos kársticos e increíble belleza escénica: la mayoría están deshabitadas, algunas esconden grutas y cuevas, otras idílicas lagunas interiores… Navegar Halong Bay en un crucero de dos o tres días constituye una de las experiencias de viaje imprescindibles cuando se viaja a Sudeste Asiático. Es Patrimonio Natural de la Humanidad de la UNESCO y resultó elegida en 2012 como una de las Nueve Siete Maravillas de la Naturaleza.


07. UN DESTINO NO MASIFICADO POR EL TURISMO.

Vacaciones Vietnam, Sapa
Aún no ha llegado a la masificación de Tailandia

Aunque Vietnam ya no es el reducto solo para viajeros independientes que era a finales del siglo XX, desde luego aún no ha llegado a la masificación de Tailandia. Y constituye siempre su alternativa natural a ésta.


08. EL MUNDO ANFIBIO DEL DELTA DEL MEKONG.

Viajes a vietnam, Melong Delta
Delta del Mekong: sus coloridos mercados flotantes

Otro imprescindible en cualquier viaje a Vietnam: explorar en profundidad este portentoso y fertilísimo delta en la desembocadura del Mekong para asistir a la vida cotidiana de sus aldeas y descubrir sus coloridos mercados flotantes.

09. UN DESTINO MUY SEGURO.

Vacaciones Vietnam
Un país muy seguro para el viajero
Se trata de un país muy seguro para el viajero, que simplemente debe tomar las precauciones imprescindibles en las grandes ciudades o enclaves más turísticos con carteristas y descuideros.

10. EL ENCANTO COLONIAL FRANCÉS.

Vacaciones Vietnam, Hanoi
Bulevares de Hanoi de inspiración netamente parisina
Un paseo en citröen por el viejo Saigón, recorrer los bulevares de Hanoi de inspiración netamente parisina, asombrarse de que Dalat podría pasar por un balneario de montaña europeo. Y la Indochina de Marguerite Duras….

11. VIETNAM ES ASEQUIBLE.
Vacaciones Vietnam
Nadie se arruinará por frecuentar los buenos restaurantes
Visitar Vietnam permite alojarse en resorts de playa de 5* a precio muy conveniente. Comer en puestos callejeros es tan barato como seguro (si no es comida en crudo) y sabroso y nadie se arruinará por frecuentar los buenos restaurantes. El marisco y el pescado más delicado resultan económicos en el litoral. Una carrera en taxi de 45 minutos no pasa de 7 dólares. Incluso en las grandes ciudades un viajero de mochila podrá arreglárselas con 20 dólares al día.

12. PLAYAS POCO EXPLOTADAS.

Viajar a vietnam
La isla de Phu Cuoc es el nuevo destino emergente
Realmente hay vida más allá de Tailandia cuando uno busca un resort de playa en el Sudeste Asiático. Nha Trang ofrece la infraestructura más desarrollada. Y la isla de Phu Cuoc es el nuevo destino emergente.

13. LA DELICIOSA COCINA VIETNAMITA.

Viajes a vietnam
La deliciosa cocina vietnamita
Hace unas décadas era solo fuente de inspiración para vegetarianos pero, hoy en día, su perfecta mezcla de sofisticación, frescura y naturalidad ha seducido e influenciado a los mejores chefs de todo el mundo.

Fuenta: turistaloserastu.es

Wednesday, July 27, 2016

El alucinante paisaje de Halong Bay en Vietnam

La bahía de Halong es seguramente uno de los paisajes más sorprendentes de Vietnam, y uno de sus mayores reclamos turísticos. Estamos ante una bahía inmensa, unos 1.500 km. cuadrados en el golfo de Tonkín, que está plagada de incontables formaciones de roca caliza, como dientes gigantes que emergen del agua creando un laberinto de ensenadas y canales. Las aguas cambian de color según la luz del día, de un verde turquesa a un azul oscuro, pues el fondo de la bahía, del mismo material que los salientes, refleja una parte de la luz que recibe.

Bahia de Halong, Viajes VietnamBahia de Halong
Bahia de Halong, Vacaciones VietnamBahia de Halong
Para visitar Halong Bay lo más recomendable es embarcarse en un barco de madera con camarotes y pasar un par de días recorriendo la zona. Hay barcos más modernos, pero creo que esas viejas barcazas, similares a los barcos que se usan para los cruceros fluviales en otras zonas, tienen mucho más encanto.

Aldea flotante en Halong BayAldea flotante en Halong Bay
Aldea flotante en Bahia de halongAldea flotante en Halong Bay

Cuenta la leyenda que la bahía fue el campo de batalla naval entre vietnamitas y los sempiternos invasores chinos. Una dragón celestial y su hijo quisieron echar una mano a los vietnamitas y combatieron al invasor lanzándoles enormes perlas y rocas de jade, cuyos restos son hoy las formaciones rocosas que le dan ese toque exótico a la bahía. La guía que nos acompañaba en el barco asegura que son incontables esos salientes de roca de formas diversas, que se extienden hasta donde alcanza la vista. Quizás una foto por satélite ayudaría a contarlas, pero ciertamente a simple vista puedes alcanzar centenares casi…

Geológicamente hablando, la bahía se formó tras una sucesión de fenómenos a lo largo de milenios: sedimentos compactados por presión que luego se levantan por movimientos tectónicos y se resquebrajan por efecto de la erosión hasta moldear estos salientes con formas caprichosas, algunos como agujas pétreas en el agua, otros formando pequeñas islas.

crucero en la bahía de HalongCrucero en la bahía de Halong
crucero en la bahía de HalongCrucero en la bahía de Halong

Tuvimos ocasión de visitar una de estas islas, con dos atractivos: una escalinata de casi doscientos escalones que lleva al visitante a la cumbre, desde dónde hay una buena panorámica de los islotes de alrededor. Y una playa preciosa a los pies de la escalinata. Desde lejos, la playa parece espectacular, con la arena dorada sobre aguas de un verde turquesa espléndido. Pero de cerca es muy evidente y triste comprobar que uno de los más graves problemas que tiene la bahía de Halong es la contaminación. 

Si ya desde el barco uno puede ver en todo momento algún plástico flotando en el agua, al llegar a la playa la impresión es desoladora. El paraíso convertido casi en un basurero, no hay metro cuadrado de arena sin restos de envases, no hay metro cuadrado en el agua (que además está caliente) sin porquería: tapones, envases, guantes de goma, lo que te puedas imaginar, flotando o arrastrando por el fondo. 

paseos en bote en la bahía de Halong
Paseos en bote en la bahía de Halong

kayak en la bahía de HalongKayak en la bahía de Halong
Es una verdadera lástima. Pero me extraño ver que mientras los turistas occidentales ponían mala cara, los orientales parecían ignorar el problema. ¿Será la masificación turística la causa? Al ver cientos de barcos cargados de gente en el embarcadero, uno podría pensar que tanto tráfico en el agua debe generar problemas. Comentando el asunto con la guía (pobre mujer, estaba avergonzada), me contó que hay varios factores: desde la suciedad que arrastran las mareas desde la cercana China (que es el origen de todos los males para los vietnamitas), pasando por la poca cultura local de tratamiento de los desechos, hasta la desidia de los responsable políticos, que culparon a los pocos miles de ciudadanos que viven el aldeas flotantes y hasta les obligaron a abandonar la zona hace un tiempo: estas aguas no son salubres… Anochece en Halong BayAnochece en Halong Bay Si te interesa Halong Bay, mira también el post “la cueva de las maravillas de Halong Bay“

Fuenta:cronicasviajeras.es

Friday, June 24, 2016

Dónde comer en Ho Chi Minh: cuatro restaurantes recomendados por autóctonos

Durante nuestro viaje a Vietnam y Camboya entramos y salimos de Vietnam por Ho Chi Minh. Esta ciudad no fue en absoluto la que más nos gustó del itinerario, pero pudimos disfrutar de la cocina local en cuatro restaurantes diferentes. A la hora de buscar dónde comer, preguntamos a oriundos de Ho Chi Minh que nos recomendaran lugares y, ahora los queremos compartir con vosotros. Todos ellos están en la zona centro de la ciudad (distrito 1), cerca de donde teníamos nuestro hotel.

DÍN KY (137 Nguyen Trai): una cadena que cuenta con cuatro restaurantes en la ciudad. La carta es muy amplia y también está en inglés, pero es tan extensa que os costará decidir qué comer. Tienen una gran selección de platos de pescado y marisco. El local es un poco austero, pero se come auténtica comida vietnamita en un ambiente muy del lugar. La comida para dos nos costó 225 000 dongs.

Dinky-restaurantes-Ho Chi Minh

Dinky-restaurantes-Ho Chi Minh

PREM (129/4 Vo Van Tan): este bistró vegetariano está al final de un pequeño callejón (puede costar un poco de encontrar) y tiene un ambiente muy zen y cuidado. Su carta se basa en platos vegetarianos tanto de cocina internacional como asiática. El ambiente en este pequeño restaurante es muy relajado y es ideal para veladas en pareja. La cena para dos nos costó 223 000 dongs y los platos son muy completos.

Prem Bistro restaurante

Prem Bistro restaurante

Pho Hung (241-243 Nguyen Trai). El pho es uno de los platos más típicos de Vietnam y nos recomendaron mucho este restaurante para probarlo. El pho es un bol de sopa con tallarines de arroz acompañado por tiras de carne (pollo o ternera) y hierbas aromáticas. Es muy típico tomarlo para desayunar, pero también se puede comer a cualquier hora del día.  Por desgracia, no tuvimos tiempo de ir a este restaurante, pero os dejamos la recomendación. Ya nos diréis qué tal si vais 😉

Pho Hung - Ho Chi Minh

Pho Hung - Ho Chi Minh

Banh Xèo Muoi Xien (204 Nguyen Trai). El bahn xèo es un plato típico del sur y no quisimos marcharnos de Ho Chi Minh sin probarlo. Se trata de una crep fina y crujiente con gambas, tiras de carne de cerdo y brotes de soja. Se acompaña con hojas de lechuga y hierbas aromáticas, y se come enrollando la crep y algunas hojas de las hierbas aromáticas con una hoja de lechuga. Una vez tenemos el fardo, lo mojamos en una salsa especial y nos lo comemos. Este restaurante pertenece a una cadena que tiene varios por la ciudad. La cena nos costó 236 000 dongs.

Banh Xèo Muoi Xien - Ho Chi Minh

Banh Xèo Muoi Xien - Ho Chi Minh

Y hasta aquí las recomendaciones para un futuro viaje a Vietnam. Si queréis tener más información de este maravilloso país, no os perdáis la semana que viene la guía resumen del viaje de 15 días a Vietnam y Camboya.

Soporte: viajeindochina.com
Fuente: diariodeabordoblog.com

Wednesday, June 8, 2016

50 consejos útiles para viajar a Vietnam

Después haber contado al detalle la ruta que hicimos por Vietnam, los hoteles en los que pasamos todas y cada una de las noches de nuestra luna de miel y pegar en este blog algunas postales con momentos únicos en el viaje,  creo que es el momento adecuado para compartir más información práctica que pueda resultar de provecho a todos aquellos que estén interesados en conocer el país. He recopilado a través de las notas que pude tomar in situ, una lista de 50 consejos útiles para viajar a Vietnam, con los cuales dar un poco de luz a los futuros viajeros que estén planeando ir a uno de los países con mayor capacidad de seducción del Sudeste Asiático.


Ciudad prohibida de Hué (Vietnam)

Qué no debe faltar en la maleta, cuál es la mejor época para ir a Vietnam, cómo moverse, dónde cambiar dongs, cómo es la comida, compras, regateos, vacunas y seguros necesarios y, e definitiva, muchos temas de interés que viene bien tener en cuenta a la hora de preparar un viaje a un país que se está posicionando como gran destino turístico en Asia. Tomad papel y lápiz, que aquí viene una pila de consejos prácticos de Vietnam que conviene tener en cuenta.

VISADO NECESARIO PARA VIAJAR A VIETNAM
Passport control

ACTUALIZACIÓN 20/06/2015: El Gobierno de Vietnam exime de visado a los turistas españoles que viajen a Vietnam durante un período máximo de 15 días a partir del 1 de julio de 2015. La información que podéis leer a continuación se aplica ahora a estancias superiores a 15 días.

– Sacarse el visado de Vietnam es más fácil de lo que podría parecer. Si deseamos entrar a Vietnam desde España (o cualquier país de la Unión Europea) para una estancia superior de 15 días se hace obligatoria la obtención de un visado turístico, el cual podremos tramitar bien en la Embajada de Vietnam en el país (en nuestro caso sería la de Madrid en Calle Segre 5, www.vietnamembassy.es) con un coste de 80 euros (30 días, 1 entrada) ó 95 euros (30 días, múltiples entradas) haciendo entrega de un formulario, pasaporte con vigencia mayor a 6 meses (incluyendo además una fotocopia de la página principal de éste), así como una fotografía de tamaño carnet. Podemos acercar esta documentación en persona y sin cita previa de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 horas (el pago es en efectivo) o enviarla por correo certificado (pago mediante giro bancario) y, de ese modo, el visado estará disponible en 5 días laborables.

– Otra opción bastante interesante siempre que se vaya a entrar a Vietnam vía aeropuerto (formato no válido en frontera terrestre) consiste en solicitar una carta de aprobación y recoger el visado “on arrival” en cuanto aterricemos en uno de los aeropuertos internacionales de este país. Existen diversas varias agencias que te facilitan esta gesión online de forma rápida (nosotros utilizamos esta página en castellano que nos lo tramitó enseguida) por un precio 18 dólares americanos (la de entrada múltiple, la simple era 2 dólares más barata), debiendo pagar a posteriori en el aeropuerto un total de 65 dólares por persona (entrada múltiple hasta 30 días de duración, la simple hubieran sido 45 euros). La diferencia entonces entre haberla hecho en embajada a tramitarlo de esta manera es de 95 euros sobre 64 euros, y sin tener que ir a ninguna parte (si hubiera sido entrada simple de un mes 85 euros frente a 47, casi la mitad).


Vietnam on arival en el aeropuerto de Hanoi (Vietnam)

El único pero de esta manera de conseguir el visado es que puede tocar esperar al llegar al aeropuerto para pagar las tasas correspondientes (imprescindible en efectivo y entregando foto tamaño carnet), pero en nuestro caso no supusieron más de un cuarto de hora de más (mientras llevaban las maletas a la cinta). Finalmente nos resultó cómodo la opción de carta de aprobación y visa on arrival. Supuso un ahorro de tiempo y dinero, factores esenciales en todo viaje que se precie.



– Para viajar a Vietnam  no existe ninguna vacuna obligatoria y recomendadas son las mismas que deberíamos tener puestas de siempre (Hepatitis A + B, Tétanos, etc…). Generalmente la gente no se vacuna para ir a Vietnam, salvo que tenga pensado ir a la selva o a zonas pantanosas durante un largo tiempo (en ese caso nunca está de más estar vacunado de fiebres tifoideas y tantear si tomarse la profilaxis de la malaria). Para el tema de vacunas lo más adecuado es consultar bien a un médico o leer las recomendaciones que nos ofrezca el Ministerio de Sanidad de nuestro país y ser consecuentes con nuestra decisión.

– Dado que en el país predomina el clima tropical, salvo en zonas de altura, hay muchos mosquitos, sobre todo cerca de lugares húmedos. Aunque la malaria no está demasiado extendida en el país, no existe mejor profilaxis que la de prevenir que nos piquen. Protegerse las zonas del cuerpo que tengamos descubiertas con repelentes de mosquitos (si son extrafuertes, mucho mejor) o ir con manga larga tanto al amanecer como al atardecer (son los momentos en que más insectos molestos puede haber) son recomendaciones habituales en este tipo de viajes. Las famosas pulseritas de olor no tienen ni el 1% de efectividad que el spray antimosquitos. Luego está el modo tradicional, que es el de tomar muchos cítricos, aunque casi deberíamos bañarnos en jugo para evitar nos pique algún bicho.

VOLAR A VIETNAM, DÓNDE EMPEZAR Y DÓNDE TERMINAR

– No existen vuelos directos entre España y Vietnam, siendo necesario hacer escala para llegar a los aeropuertos de Hanoi (HAN) o Ho Chi Minh (SGN). Vietnam Airlines es la aerolínea de bandera vietnamita y tiene vuelos a partir de 600€ haciendo escala en París (vuelo compartido con Air France) o Frankfurt (vuelo compartido con Air Europa/Lufthansa). Permite hacer multidestino: Entrar por Hanoi y salir por Ho Chi Minh, y viceversa, sin que el precio crezca. Su flota no es la más moderna del mundo y, aunque tiene pantallas en todos los asientos (algo que Iberia no asegura aún ni en vuelos transoceánicos), utilizan un sistema arcaico que muchas veces no funciona correctamente. Otras opciones mejores son Qatar Airways (haciendo escala en Doha), Emirates (parando en Dubai) o incluso Thai Airways con su clásica escala en Bangkok, aunque cuesta encontrar mejores precios para hacer un ida y vuelta multidestino.

– Una recomendación para recorrer el país es comenzar en una ciudad de un extremo y terminar en la otra (sur o norte), es decir, comprando vuelos multidestino con comienzo en Hanoi y fin en Saigón, o viceversa. De ese modo no tendremos que desandar lo andado cuando queramos tomar el vuelo de regreso. El precio del billete de avión termina siendo similar a si es ida y vuelta con el mismo destino, y nos ahorramos varios miles de kilómetros que son del todo innecesarios (y cansados) para regresar.


Ninh Binh - Vietnam

– Aunque el orden de las ciudades de comienzo y fin es indiferente y el precio del billete de ida y vuelta no varíe, probablemente sea más recomendable iniciar el viaje por el sur y terminar en el norte. De ese modo uno se asegura el viaje vaya siempre in crescendo. Saigon, Hoi An, Hué….Bahía de Halong, Hanoi, Sapa. Ese puede ser un orden con el nos van quedando highlights en todo momento. Nosotros no lo hicimos así, si no al revés, por eso pienso que hubiese sido mejor arrancar por el sur dirigiéndonos siempre al norte.

¿PLANIFICACIÓN O IMPROVISACIÓN?

Vietnam es un país en el que se puede hacer todo sobre la marcha. Sin duda un destino en el que la improvisación tiene premio, aunque sí resulte conveniente en ciertos casos convenga reservar con tiempo alguna cosa concreta como el crucero en la Bahía de Halong si queremos un barco muy especial, un vuelo imprescindible en nuestra ruta si conocemos la fecha que disponemos o un tren nocturno por idéntica razón. Pero igualmente si fuésemos sin un solo hotel, excursión o billete de avión interno podríamos vivir prácticamente las mismas experiencias que si no lo hiciésemos. En Vietnam hay agencias a patadas y todos los hoteles están preparados para ofrecer excursiones (de hecho, aunque uno lleve todo contratado, lo intentan con insistencia), por lo que difícilmente nos quedaremos sin hacer nuestros planes.


Noche en Bahía de Halong (Vietnam)

– Cuidado con las excursiones contratadas a muy bajo precio, porque a veces lo barato puede resultar caro o que nos volvamos a casa con un buen cabreo. Conviene consultar precios, preguntar el cupo máximo que tienen los grupos y, sobre todo, comparar. Hay agencias que se vanaglorian de ofrecer los tours más económicos del mercado y son hiperfamosos (por ejemplo Sinh Tourist-Sinhcafe), que luego resultan no proporcionar la experiencia esperada. Mal preparados, programación inadecuada, siempre con prisas, guías que apenas se han leído un panfleto del lugar y no aportan absolutamente nada. Estás más tiempo en tiendas de artesanía que visitando el lugar por el que has pagado.

SOBRE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE DE VIETNAM


Mujer en barca en Ha Noi (Vietnam)

– Los vuelos internos tienen un coste muy reducido y nos ahorrarán tiempo e incluso dinero a la hora de abordar largas distancias. Por ejemplo, de Hanoi a Hué hay 14 horas de tren (más o menos igual en bus), mientras que en avión son apenas 50 minutos (otro tramo importante como Dan Ang-Ho Chi Minh hablamos de 16 horas de tren frente a 1 hora de vuelo). Y el precio es bastante similar el del avión al del tren, que además siempre va lleno. Se paga una media de 40-50€ por vuelo interno en Vietnam. Si vamos con el tiempo justo el avión es la mejor opción, aunque si queremos disfrutar de la vida vietnamita, no está de más probar algún tren y tomarse las cosas con más calma. No es lo mismo tener dos semanas para recorrer el país que estar dando una vuelta al mundo y contar con mes y medio sólo para este país.


Mapa de trenes en Vietnam

– Muy a tener en cuenta para hacer largas distancias y ahorrarnos unos dongs es escoger los buses cama nocturnos. Hace años eran un auténtico desastre e incómodos a más no poder, pero actualmente son buses modernos en los que poder ir casi todo el camino estirado. Viene bien para ciertos trayectos en las que se viaja por la noche y, de ese modo, nos podemos ahorrar el hotel.

– Los taxis vietnamitas son muy baratos, pero debemos andar con ojo porque hay taxistas “demasiado espabilados” que te dan más vueltas de la cuenta o te llevan al hotel equivocado, que casualmente es de su primo porque… casualidades de la vida, el tuyo se ha incediando, lo han cerrado o ha desaparecido por arte de magia. Conviene exigir siempre que pongan el taxímetro cuando estemos en las ciudades, informarse de cuáles son las compañías de confianza (por ejemplo Taxi Group en Hanoi) o que los llamen desde la recepción del hotel en que estés. En una ciudad tipo Hanoi o Saigón es raro gastarse más de 2 ó 3 euros para hacer un recorrido medianamente largo.


Taxi en Hanoi

– Una alternativa a los taxis corrientes de toda la vida está en los Xe Om o, lo que es lo mismo, los mototaxis. Es mucha la gente que en las ciudades te ofrecen su ciclomotor para llevarte a cualquier parte. y lo mejor es que de esa manera se logra esquivar el tráfico más intenso en las horas punta. Aquí, obviamente, no hay taxímetro por lo que se hay que negociar directamente con el conductor antes de subirse a la moto. Seria muy raro pagar por una carrera más de 50.000 VND, que vienen a ser un par de euros (la media de una carrera corriente e acordar la mitad).


Motos en Hanoi (Vietnam)


PARA DORMIR

– La infraestructura hotelera es extremadamente amplia, de calidad, con un servicio por encima de la media y unos precios muy bajos si los comparamos con otras zonas del mundo, aunque éstos hayan aumentado en la última década en que el turismo en Vietnam no ha parado de crecer. La tendencia de este país es convertirse en “la nueva Tailandia”, proporcionando mucha oferta y postulándose además para ser uno de los mejores destinos en los que vivir una luna de miel. Hubo un tiempo en que Vietnam se asociaba únicamente a mochila y aventura. Ahora además, para quien lo quiera, tiene a su disposición suites maravillosas a partir de 30$ o experiencias en casas antiguas y con encanto como las que hay en Hoi An (ver apartado de Alojamiento en Vietnam para consultar todos los hoteles a los que fuimos). Por otra parte sigue siendo posible alojarse en por entre 5$ y 10$ en lugares sencillos y con wifi gratis, lo que significa que es un destino para todos los presupuestos en los que, en general, el mayor gasto será el billete de avión.


Habitación del hotel de Hué en el que estuvimos (Vietnam)

– Hay que andar con mucho ojo con algunos listillos que ponen el nombre a su hotel de un alojamiento que ya existe, y casualmente viene mencionado en Lonely Planet o se encuentra bien posicionado en Tripadvisor, Booking, etc., para confundir a los viajeros. En ocasiones están incluso en las mismas zonas, por lo que hay quien llega y se encuentra que su habitación no cumple ni sus expectativas ni el precio estipulado. Suelen tener como ganchos a algunos taxistas corruptos o al típico que se pone a ayudar turistas al principio de la calle. Si bien es cierto que esto ocurría con más frecuencia hace unos años y que el control actual es mucho mayor, conviene asegurarse bien de la dirección del hotel y no hacer demasiado caso si nos dicen que éste ha cerrado por obras o se ha quemado por accidente.

DESTINOS VIETNAMITAS IMPRESCINDIBLES

– Si tuviésemos una sola semana para viajar a Vietnam y no quisiésemos perdernos los imprescindibles escogería Hanoi, Bahía de Halong, Hué y Hoi An. Con dos semanas ya da para añadir Tam Coc, las montañas de mármol de Dan Ang, My Son, Saigón y el Delta del Mekong. Y de dos semanas para adelante me iría a conocer el valle de Sapa para hacer trekking entre arrozales y conocer las tradiciones de las muchas etnias minoritarias que allí residen.

– Si nos gusta la naturaleza y soñamos con Vietnam por la Bahía de Halong un consejo que veo obligado a dar es que no debemos perdernos por nada del mundo ir a Tam Coc. Es una excursión fácil desde Hanoi (la ofrecen casi todas las agencias y hoteles, aunque no es la más conocida) que nos dejará en poco más de dos horas en lo que viene a conocerse como Halong Bay in land (la Bahía de Halong de interior). El paisaje es similar, aunque en vez de sobresalir las espigadas colinas kársticas del mar, lo hace a ambos lados de un río que podemos navegar en una canoa comandada por una mujer vietnamita que nos hará un recorrido largo (en torno a 1 hora y 45 minutos), metiéndonos por tres cuevas (ese es el significado precisamente de Tam Coc) y mostrándonos uno de los panoramas naturales más sorprendentes y cautivadores de Vietnam. Paisajísticamente hablando es algo que deja la boca abierta.


Tam Coc (Vietnam)

Esta excursión nos vino a costar 900.000 VND (aprox 34€ por persona) desde Hanoi (contratado en nuestro hotel) con traslados, comidas, ruta en bote de madera por el río y la visita a dos templos milenarios en Hoa Lu, antigua capital imperial de Vietnam. Es una de las excursiones más recomendables teniendo a Hanoi como base de operaciones.

– Acudir, al menos una vez durante el viaje, al teatro para ver una función de marionetas de agua (se puede tanto en Hanoi como Saigón). Es una tradición venida de muy antiguo en los cultivos de arroz en la que los agricultores trataban de entretener a los niños. Para ello se metían en el agua de cintura para abajo y manejaban unas figuras realizadas en madera de higuera (que aguanta bien el agua y tarda mucho en pudrirse) con las que les narraban historias legendarias de su pueblo. Si bien es cierto que hoy día su función es eminentemente turística,  la tradición ha podido sobrevivir gracias al interés de los propios vietnamitas y los extranjeros que visitan el país. Y de ese modo se continúan fabricando las bellas marionetas de agua con princesas, pescadores, músicos o dragones que salen del agua. Hay pases varias veces al día en Hanoi y Saigón, aunque conviene reservar tickets con antelación (precio aprox 5$). El teatro más típico y que lleva funcionando desde hace más tiempo de forma continuada es el Thang Long Water Puppet Theatre de Hanoi, situado frente a la orilla lago Hoan Kiem (a la altura del templo Ngoc Son, el del puente rojo).

My Son, si bien no son las ruinas de Angkor, merece la pena. Es de los pocos conjuntos del antiquísimo Reino Champa que sobrevive en la actualidad, a pesar de que casi se evapora por completo por los ataques de los bombarderos B-52 a una base secreta del Viet Cong. De hecho se puede decir que en gran parte de esta ciudad levantada entre los siglos IV y XIII sólo quedan recuerdos herbáceos en profundos cráteres de las bombas estadounidenses, pero hay algunos edificios que resistieron, siendo los complejos B, C y D los más espectaculares. Hubo gente que durante el viaje nos contó que se los saltaba “por no ser Angkor” (¡Por supuesto que no lo es!), pero estando a una hora de Hoi An y en un emplazamiento selvático semejante, estas ruinas con ninfas y dioses esculpidos en las paredes de ladrillo no pudimos dejarlas atrás. A quien le guste un poco la Historia, el Arte y los avatares de ciudades perdidas, My Son jamás le decepcionará por su singularidad y magia. Eso sí, hay que madrugar para verlos en soledad, tomar mejores fotos y no asarnos de calor. Abren el complejo a las 6:00, hora a la que deberíamos estar como un reloj para tener la vieja ciudad cham para nosotros solitos.


Ruinas de My Son (Vienam)

– ¿Cuáles son los mejores museos sobre la guerra de Vietnam en Vietnam? Esa era una de las preguntas que nos hacíamos antes de viajar a este país, dado que era un tema que nos interesaba. Después de documentarnos para preparar el viaje y haber estado en el país tenemos la respuesta: El Museo de la Guerra en Saigón y el Museo de Historia del Ejército en Hanoi. Los dos. Aunque el de Saigón es el más conocido, y también el más duro, porque muestra fotos tremendas de los efectos devastadores de la guerra (la sala en la que hablan del agente naranja es espeluznante), recomiendo no perderse el museo de Hanoi que hay junto a la ciudadela. Más que ser un lugar de recuerdo a las víctimas como el primero trata la guerra a través de su poderosa maquinaria. Expone un buen número de aparatos militares de ambos bandos, algunos ya estrellados y otros en tan buen estado que podrían funcionar en la actualidad. Aviones, helicópteros, tanques y toda clase de armamento son quienes se ocupan de explicarnos la guerra de Vietnam según la propaganda comunista de la época que cuelga de las paredes (aunque se ve a lo largo y ancho del país),


Museo de Historia del Ejército de Vietnam en Hanoi

– Una de las mejores opciones para hacer trekking no sólo en Vietnam sino también en todo el Sudeste Asiático está en las montañas de Sapa, en el norte del país. Esta zona es bien conocida por la presencia de distintas etnias que mantienen firmes sus tradiciones (hay nada menos que 8 en la provincia), así como por los paisajes de arrozales que uno ve desde ambos lados del camino. Para hacer Sapa conviene quedarse unos días (yo diría que 3 como mínimo) y escoger distintas excursiones que se pueden contratar con facilidad nada más llegando al destino o reservando con antelación en una agencia de Hanoi.

– No debemos tomarnos Hoi An como una visita turística más. La que con toda seguridad es la ciudad más hermosa de Vietnam, ya que sobrevivió a los ataques de unos y otros durante el largo conflicto, no es sólo un lugar que ver sino, sobre todo, un lugar que vivir y sentir. En Hoi An lo mejor que podemos hacer es alargar los días, tomárnoslo con mucha calma,  y dedicar el día a pasear, montar en bicicleta, comprar artesanía o alucinar con las farolas de papel que iluminan la ciudad durante la noche. Es difícil no enamorarse del que fuera uno de los puertos comerciales esenciales de Indochina en el que construyeron su hogar navegantes y comerciantes chinos, japoneses, filipinos…¡e incluso españoles y franceses! Conserva casas antiguas de mercaderes, algunas de las cuales se pueden visitar como museo y otras se han transformado en pequeños hoteles con encanto (el Ving Hung Heritage 1 es el mejor ejemplo). No me equivocaría demasiado si no dijese que es la ciudad que logra que nos enamoremos de Vietnam y queramos regresar. Es un pedacito de un país que lamentablemente se fue con la guerra.


Hoi An (Vietnam)

– Hué es la ciudad más monumental entre todas las que hay en Vietnam. Haber sido la capital del imperio durante siglo y medio de dinastía Nguyen hizo que se levantara una ciudadela magnífica a imagen y semejanza de la Ciudad Prohibida de Pekín y que los monarcas se hicieran enterrar en grandes mausoleos. Precisamente las tumbas imperiales representan una parte esencial en toda visita a Hué que se precie. Hay 7 visitables y, aunque todas tienen su aquel, hay 3 que destacan por encima de la media: La tumba del Emperador Minh Mang, la del temible Tu Duc (a mi juicio la más completa e impresionante ) y la del penúltimo miembro de la dinastía Nguyen, Khai Dinh, conocido como “el afrancesado” por su cercanía con los colonialistas galos, quien mezcló la arquitectura clásica vietnamita con múltiples influencias occidentales.


 Hué (Vietnam)

– En Vietnam existe una religión de religiones inventada en los años 20 y que resulta bastante curiosa. Se llama Cao Dai y se trata de un sincretismo religioso a lo bestia donde caben preceptos cristianos, judíos, musulmanes, hindúes, budistas, confucionistas, taoístas e incluso tradiciones animistas del país. Shakespeare, Lenin o Victor Hugo son venerados como auténticos santos y jerárquicamente sigue los principios de la iglesia católica, aunque las mujeres pueden aquí ser sacerdotisas. Hay numerosos templos caodaístas en Vietnam que parecen iglesias de colores y que, a veces, pasan desapercibidas por la mayoría de los viajeros. El Delta del Mekong y la frontera con Camboya es una de las áreas con un mayor número de seguidores del Cao Dai, siendo la ciudad de Tay Ninh la sede de su “Vaticano particular”. La Santa Sede del Cao Dai es una excursión maravillosa a 96 kilómetros de Saigón en la que se puede asistir a una misa multitudinaria y muy colorida que no nos dejará indiferentes.


Sacerdote del Cao Dai en Vietnam

Ho Chi Minh o Saigón, que es lo mismo con distinto nombre, puede resultarnos una ciudad desconcertante al principio. Es desordenada, ruidosa y su tráfico puede estar dentro de los más infernales del planeta. Pero si le damos una oportunidad (o incluso dos), acabaremos descubriendo deliciosas perlas escondidas en callejones a priori infames. Basta buscar los templos del Cholon District (el barrio chino de Saigón) para darnos cuenta de los muchos universos paralelos con los que cuenta esta ciudad. Asimismo el Templo del Emperador de Jade, con extraordinarias y atemorizantes estatuas de madera, merece una visita. Y para quienes estén interesados en seguir los capítulos de la Guerra de Vietnam cabe destacar que Saigón está repleta de lugares históricos como el Palacio de la Reunificación, intacto desde el asalto final del Viet Cong el 30 de abril del 75, con la posibilidad de acceder a los búnkeres subterráneos utilizados entonces. Por otra parte el Museo de la Guerra es uno de esos imprescindibles de todo viaje a Vietnam, así como utilizar Saigón como base para ir hasta los túneles de Cu Chi y conocer los laberintos que los vietnamitas excavaron bajo tierra para resistir el ataque enemigo.


Sele en Saigon (Vietnam)

– Las excursiones al delta del Mekong desde Saigón suelen dejar mucho que desear. Concretamente el tour a My Tho que se hace en el día no merece la pena ni la décima parte a lo que supone viajar a Can Tho y quedarse una noche para ir a ver los grandes mercados flotantes. Debemos mirar bien el programa que ofrecen las distintas agencias para que no nos cuelen visitas no deseadas a lugares en los que sólo existe intención de venderte cosas que no necesitas. Lo he comentado anteriormente, lo barato sale caro y a veces compensa pagar un poco más para poder disfrutar de determinados sitios. O incluso tomar el primer autobús que salga e ir por nuestra cuenta. Eso siempre resulta más satisfactorio y económico que contratar según qué tours.


En la Bahía de Halong es recomendable hacer un crucero de mínimo dos días y una noche, aunque lo preferible es contratar el de tres días y dos noches. Las excursiones que van y vienen en el día apenas se alejan del puerto, son multitudinarias, y apenas te da tiempo a disfrutar de uno de los mayores espectáculos de la naturaleza (añadiendo que hay 4 horas de viaje desde/a Hanoi). Halong Bay es uno de los motivos que nos han llevado a Vietnam, por lo que escatimar una vez lleguemos allí puede ser algo de lo que nos vayamos a arrepentir siempre. Merece demasiado la pena como para no quedarse a ver un amanecer o una puesta de sol en aquel mar tranquilo del que sobresalen miles de islas kársticas que no parecen tener explicación.


Barco de Signature Cruises en la Bahía de Halong (Vietnam)

– Si vamos a hacer un crucero en la Bahía de Halong debemos tomarnos nuestro tiempo a la hora de escoger barco. Los hay de todos los precios y estilos, desde el que las ratas corren por cubierta hasta los que son de auténtico lujo. Por fortuna cada vez encontramos más matices intermedios a buenos precios. Pero eso nos obliga a informarnos bien, leer críticas y comentarios en internet, consultar a gente que lo haya hecho ya y asegurarnos que una vez estemos dentro sólo tengamos que preocuparnos de disfrutar una de las mejores experiencias de todo el viaje. En nuestro caso viajamos en un barco de Signature Cruises, que calidad precio (280€ por persona 3 días y 2 noches, todo incluido salvo bebidas) nos pareció lo mejor que encontramos después de navegar mucho por la red. Se trataba de nuestra luna de miel, por lo que procuramos escoger un barco bonito con buenas habitaciones y un servicio adecuado a bordo, aunque sin irnos a los Luxury más caros cuyo precio podía incluso triplicarse.


Los mejores meses para viajar a Vietnam son octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril. Y, aunque no quita que pueda llover también en ocasiones, coincide con la mayor parte de la época seca. Y no con la temporada de vacaciones de europeos, estadounidenses y australianos. Eso sí, conviene tener en cuenta que a finales de enero, primeros de febrero se da la fiesta del Tet, coincidente con la primera luna del año. Todo Vietnam se vuelca y se ponen preciosas las calles con luces y girnaldas, pero el país se colapsa literalmente hablando. Los vuelos son más caros y hay menos plazas hoteleras. Por otro lado los precios suben. Así que ya sabéis, si podéis evitar el Tet, a no ser que os interese mucho, mejor.

– Julio y agosto es temporada alta de turistas, pero ni mucho menos son los meses más adecuados para viajar a Vietnam. Por un lado el monzón atraviesa el país dejando lluvias y arrastrando tifones ocasionales provenientes del Pacífico y, por el otro, la ocupación de hoteles es mayor, éstos son más caros y hay más gente en las visitas turísticas. Pero, aunque la época de lluvias dure a veces hasta noviembre (desde finales de mayo/junio), sobre todo en el sur (en el norte la cosa se relaja a partir de septiembre), no se pasa cayendo agua las 24 horas del día. La mayor parte de las veces coincide con el comienzo de la tarde y jarrea de lo lindo en torno a una hora. Durante nuestro viaje, que fue entre mediados de septiembre y primeros de octubre, la lluvia no nos apartó de hacer absolutamente nada. Sólo llovió la mitad de los días y, casi siempre coincidía con la hora de comer. Moraleja, el monzón no es impedimento para viajar a Vietnam, aunque existan épocas más apropiadas para hacerlo.



– La moneda oficial de Vietnam es el Dong Vietnamita, cuya abreviatura es VND. El cambio aproximado es de a 26.000 VND por 1€ (y 20.000 VND por 1$), aunque conviene consultar la cotización justo antes de llevar a cabo el viaje. Apenas existen monedas, dado el escaso valor que tienen éstas. El 99% que hay en curso se trata de billetes en papel que van desde los 500 dongs a 500.000, siempre con la efigie del venerado Ho Chi Minh.

– En Vietnam aceptan tanto dólares como euros, pero está más aceptado el uso del dólar. Aún así lo más recomendable empezar a moverse desde el principio en dongs vietnamitas y manejarnos con esta moneda durante todo el viaje. Cuando en una tienda nos hagan el cambio a moneda extranjera siempre redondearán a su favor. Es, además, fácil de conseguir en bancos o cajeros automáticos, así como en hoteles que aplican una insignificante comisión. Conviene tener en cuenta que muchos cajeros sólo te dejan sacar 2.000.0000 VND, que no son ni siquiera 80€, aunque cada vez hay más multiplican este límite por cuatro. Lo que es seguro que no se puede conseguir esta moneda con antelación en nuestro banco o caja de ahorros, ya que el Dong vietnamita no cotiza fuera del país asiático.

– Salvo contadas excepciones resulta mejor pagar en efectivo que con tarjeta de crédito. Si bien es cierto que se aceptan tarjetas en casi todos los sitios, en la mayoría de los hoteles añaden un recargo de un 3% cuando pagas con la tarjeta de crédito.


Vietnam es un paraíso para las compras. Desde artesanía de todo tipo a trajes hechos a medida (como si quieres el que llevó la actriz de turno en la última gala de los Oscars de Hollywood). Una recomendación es, o bien no viajar desde casa con el equipaje muy lleno o mejor aún comprar otra maleta una vez estemos allí. Las venden en todas partes a buen precio a sabiendas de que muchos de los viajeros que van a Vietnam van a terminar necesitándola. Hacedme caso, no es necesario ser un comprador compulsivo para no venir cargado de regalos de Vietnam. Una maleta más nos ahorrará muchos problemas de espacio. Eso sí, mejor llevar un presupuesto establecido para compras del que no pasarse, porque engañados por los precios bajos de todo en Vietnam podemos acabar comprando cualquier cosa.


Mercado en Vietnam

– No dejar de regatear en las tiendas, es muy divertido. Mi consejo es no mostrar excesivo interés en el objeto deseado, tener en mente un precio máximo a pagar y entrar en el juego de la negociación tardando lo máximo posible en dar una cifra (y que esta se aleje de nuestras pretensiones, que ya se ocuparán ellos de subirla). Si vemos que no somos capaces de acceder a determinado artículo al precio que estamos dispuestos a pagar un último intento que suele ser eficaz consiste en marcharse de la tienda en cuestión como si se hubiese roto la negociación. Si de verdad el precio que propones es aceptable, el vendedor o vendedora saldrá a buscarte con calculadora en mano para hacerte la última oferta o aceptar tus condiciones de forma definitiva. Y no debemos sentirnos culpables, ni creer que hemos pagado de menos. Eso nunca es así. Ellos tienen sus topes y SIEMPRE van a salir ganando. Como es lógico, por otra parte. Si no fuera así no se dedicarían al comercio.

COMIDA TÍPICA…Y NO TAN TÍPICA

La comida más típica de Vietnam es el Phở, una sopa de tallarines con verduras y carne, que se toma desde el desayuno hasta la noche y es bastante contundente. Los rollitos que hacen en Vietnam son, probablemente, los mejores de todo el Sudeste Asiático (sobre todo, los deep fried, muy fritos). La cocina vietnamita no es tan picante como en otros países de alrededor, por lo que nos hacen demasiada falta los clásicos bloqueadores de estómago para quienes sean de difícil digestión. Igualmente en todas partes ofrecen platos fast food, por lo que cuando uno se cansa de la comida local puede resarcirse con una pizza, unos espaguetis o una hamburguesa. Aunque tengo que reconocer que es difícil estar cansado de la gastronomía vietnamita, que además varía si estamos en el norte o en el sur (aunque con la famosa sopa de noodles como alimento vertebrador). Y no dejemos de probar cosas en los puestos callejeros. Si hay mucha gente, son buenos.


Rollitos vietnamitas

PRECAUCIÓN…AMIGO PEATÓN

– Cruzar la calle puede parecer una actividad de alto riesgo, sobre todo durante nuestras primeras horas en Vietnam. Hay tal cantidad de coches y, sobre todo, motos haciendo caso omiso de las señales de tráfico (cuando las hay) que cambiar de acera puede parecernos un auténtico suicidio. Que no cunda el pánico, uno se termina acostumbrando y escogiendo la mejor técnica de todas, imitar a los propios vietnamitas. Es decir, debemos cruzar sin prisa pero sin pausa, con mucha confianza, y no regresar hacia atrás o quedarnos paralizados porque nos asustemos. Como por arte de magia los conductores se irán apartando hasta esquivarte totalmente. ¡No está en sus planes del día atropellar peatones! (Aunque a veces lo parezca).


– Para tener información actualizada de la llegada de tifones o tormentas tropicales viene muy bien mirar de vez en cuando la página web TropicalStormRisk.com (en inglés). A través de este sitio uno puede seguir un tifón o una tormenta casi al minuto, saber la ruta prevista y la fuerza con la que llega. Es muy pero que muy precisa, así que cuando se acerque algo fuerte del océano podemos prever si nos toca a nosotros y adelantarnos a los acontecimientos. Y es que cuando hay tifones se suspenden vuelos, cruceros en la Bahía de Halong, etcétera.

TÓPICOS DESAFORTUNADOS

– Sorprendentemente los vietnamitas fuera de sus fronteras tienen fama de ser bordes o malencarados. Semejante generalización, además de inapropiada por el mero hecho de meter a todos en un mismo saco, me parece equivocada. Si bien es cierto que en determinadas circunstancias pueden resultar insistentes con que compres algo en su tienda o entres al restaurante de turno (sobre todo en Hoi An), nada mejor que un educado “no, gracias”, una amplia sonrisa y continuar hacia delante. Pero nada más que eso. Tengo que decir que en nuestro caso nos encontramos con mucha gente local que nos ayudó de forma desinteresada cuando lo necesitamos y nos hizo sentir muy cómodos. Soy consciente de que puede haber experiencias mejores o peores aquí o allí, pero ir con el prejuicio de que “menudos son los vietnamitas” nos puede llevar a error.


Rebeca con una niña y su madre

INFORMACIÓN PARA PERSONAS DISCAPACITADAS

– Las facilidades para discapacitados en Vietnam, sin ser las peores del Sudeste Astiático, son realmente escasas. Las calles no se encuentran muy preparadas para las sillas de ruedas, no existe el Braille para las personas con alguna enfermedad visual y puede resultar un destino un tanto incómodo para viajeros con algún tipo de discapacidad física. Si bien es cierto que cada vez hay más hoteles adaptados para estas personas, aún queda lejos de los estándares recomendados.

POPURRí DE CONSEJOS PARA TENER EN CUENTA

– Aprenderse unas palabras en vietnamita. No nos cuesta nada y será un gesto que nos abra más puertas y sonrisas en Vietnam, donde están muy poco acostumbrados a que los foráneos sepan decir nada en su lengua. Hola se dice xin chào, adiós tạm biệt y gracias xin cảm ơn. Por algún lado tendremos que empezar, ¿no? Tampoco estoy diciendo que nos aprendamos los discursos de Ho Chi Minh.


Niño vietnamita

– El wifi está muy extendido en Vietnam. Podríamos decir que es raro encontrar un hotel o restaurante en el que no haya conexión a internet con una velocidad suficientemente adecuada para lo que venimos a necesitar cuando estamos de viaje. Pero por otra parte hay censura en algunas páginas, sobre todo en redes sociales, por parte de operadores móviles que siguen las recomendaciones gubernamentales. Afortunadamente esto sucede cada vez menos y sólo nos lo encontramos en un par de ocasiones en los que no podíamos tuitear o actualizar nuestro estado en Facebook. El resto iba perfectamente.

– No hace falta llevar un adaptador para los enchufes, ya que nos sirven los mismos que en Europa. Funcionan con 220 voltios y la misma clavija. Así que un problema menos en el que pensar.

– Madrugar a la hora de hacer excursiones, visitas o rutas turísticas en lugares en plena naturaleza o que supongan un desgaste físico es siempre una buena idea. Pasadas las 5 de la mañana ya es de día y no hace apenas calor. Un buen ejemplo es el de las ruinas de My Son, a las que se puede acceder desde las 6 en punto de la mañana. A eso de las 9 empiezan a llegar los autocares de turistas, hace mucho más calor y en los monzones corremos el riesgo de que se nos ponga a llover de lo lindo.


Atardecer en la Bahía de Halong (Vietnam)

– No salir del hotel sin un chubasquero en la mochila. Aunque el día amanezca sin una sola nube no significa nada. Una tormenta se monta en dos minutos y evitar empaparse completamente depende de nosotros. Una buena recomendación es llevarnos siempre el típico chubasquero grande que cubra también la mochila. De ese modo si nos llueve fuerte y no podemos resguardarnos, salvaremos el equipo fotográfico y otros objetos de valor que llevemos encima.

– No marcharse de Vietnam sin darse, al menos, un buen masaje (o los que hagan falta). Hay multitud de casas de masajes o spas en toda ciudad o pueblo vietnamita que se precie. Un precio medio aceptable es 15$ la hora, por lo que si es menos dinero no estaría mal que sospechásemos.  Y no sólo con la calidad del masaje sino en los servicios que nos pueden ofrecer (y cobrar después), aunque no los queramos. No hay que olvidar que muchas casas de masajes son auténticos prostíbulos (basta mirar en el escaparate para darse cuenta) donde un “final feliz” no es precisamente lo que aparece en los cuentos infantiles.

Y con esta retahíla de consejos varios sobre Vietnam espero haber aportado suficiente información para futuros viajeros al país del Sudeste Asiático. Siempre lo recordaré por haber sido el destino de nuestra luna de miel junto a la ciudad laosiana de Luang Prabang, por lo que me hace especial ilusión escribir sobre él. Con los efectos del síndrome de Vietnam aún intactos me despido hasta nuevas aventuras. Que las habrá…

FUENTE: http://www.elrincondesele.com/50-consejos-utiles-para-viajar-vietnam/